viernes, 13 de agosto de 2021

HENRY RAVELL/ 1


Dice un periódico: Los aparadores de la sombrería de los Zolly exhiben un elegante y vistoso sombrero de charro, el cual ostentará Ponciano Diaz en la toma de su alternativa en Madrid. Blanco, cubierta su falda con galones bordados con oro. En las chapetas un monograma cuyas letras de oro también, son las iniciales del matador. Tejida con mucho mérito por el bordador Empirión Rodriguez, esta obra -según El Tiempo- "es admirada por todos los que transitan" [28-mar-1889]. 
Tenían su alacena los Zolly Brothers en el portal de Mercaderes, donde ofrecían variedad a los caballeros; así como las novedades londinenses, neoyorquinas o parisinas para ellas. No sin dejar de presumir que la Hat Store era el Oldest Establishment in the Republic. Se murmuraba entonces que todos los sombrereros enloquecían por los vapores mercuriales. Tan chiflados como para hilar un sombrero con oro. 
Novia de Guadalajara, ca. 1895. Firma estampada al reverso.
Igual sospecha recaía sobre los fotógrafos, cuyos dedos teñían de negro los caprichosos baños reveladores y el barnizado de negativos. Otro gringo que vino a probar fortuna por Aztlán fue Henry Ravell, quien ya aparece entre los miembros de la American Colony capitalina desde 1890. Asociado con la Winter and Co., fotógrafos de esta ciudad; arribó a Guadalajara a mediados de enero de 1893 para instalar un estudio donde lo mismo hizo retratos de bodas que de bellas damiselas posando bajo el sombrero de seda Zolly. 
"Church dome at Cuernavaca", ca. 1910, goma bicromada. Firmada a lápiz, abajo izquierda. Col. MET NY
Y entre tiempos de aquel cotidiano arte de telones, casi en secreto, Ravell produjo obra de más alta inspiración artística. Impresiones fotográficas nubladas, tintadas a mano, cuya idea de paisaje eran atrios con peregrinos, cúpulas rasguñando el cielo y misteriosos volcanes lejanos. Visiones del Old Mexico, alucinaciones que prosperaron reproducidas en importantes revistas norteamericanas.
Parece probable las famosas obras de Mr. Ravell pasaran por los aparadores de la doraduría de Pellandini, donde don Claudio exhibia "tipos y vistas fotográficas del país y de todos los ferrocarriles" ya desde 1886. En todo caso, un mercado incipiente. Pero sabemos gracias a este anuncio que lo hizo en la Sonora News durante junio de 1902.
Las llamó photo-arte. Todo aquello por un dólar. /CC
The Mexican Herald, 26 de diciembre de 1903.

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