viernes, 28 de diciembre de 2012

TACOS, JOVEN

En el epílogo de Fotografiar la revolución mexicana: compromisos e iconos (México: INAH, 2010), John Mraz ahora coincide con el ocurrente Alfonso Morales (certero como curador, siempre fallido como investigador) que la famosa soldadera captada por Gerónimo Hernández fue una de las "vendedoras de comida que atendían a los soldados mientras el tren estaba parado" . 

En la foto, arriba del texto mencionado, no se ven que ellas atiendan a los soldados (de las ocho que aparecen sólo dos llevan canastos) y sí, obviamente, que el tren está varado. La nota de 1912 del periódico maderista Nueva Era, como lo señalé en 2007, señalaba claramente que existía un carro-cocina en el tren militar, al que quizás ellas pertenecían. 

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